martes, 15 de septiembre de 2009

El extraño mundo del Sr. Murakami

"Kafka en la orilla"
de Haruki Murakami
Editorial Tusquets


Evidentemente, Haruki Murakami debe haber escrito sus novelas sin pensar que iba a destrozar cabezas esquemáticas y predecibles como la mia.

"Kafka en la orilla" es básicamente una historia de viaje. Algo asi como una road-novel de viajes iniciáticos, de búsqueda personal, de zambullirse en uno mismo hasta llegar a las entrañas, de bucear en el pasado.
Dicho así, nadie se imaginaría que el protagonista es Kafka Temura, un chico que huye del hogar paterno justamente el día que cumple 15 años. Su madre lo ha abandonado cuando tenía 4 y se ha ido con su hermana, a la que él tampoco ha visto nunca más.
En su huida llega a una biblioteca cuya dueña es la Sra. Saeki, personaje fundamental para reconstruir su pasado y su presente. Su futuro inclusive?

Quiera la magia Murakami que esta historia se una en algún momento con la de Tanaka, un anciano que ha tenido un accidente durante la guerra y ha perdido su capacidad de leer, de escribir. Ha ganado otras, como la de comunicarse con los gatos.
Luego de que se produzca un asesinato, Tanaka decide emprender su viaje, su propio viaje de salvación personal. Lo acompañará en esta nueva aventura un camionero que lo ayuda a llegar a la ciudad que Tanaka busca, y que descubre en él un alma noble y quiere ayudarlo a que cumpla su misión.

Todo se desarrolla en un universo entre onírico y mágico: la historia va tomando caminos diferentes, desde la necesidad de construir una identidad, del lugar que ocupan hoy nuestros recuerdos, el peso del pasado, hasta llegar a hablar del amor y la pasión a través del tiempo.
Ahí es donde aparece este tema aparentemente recurrente en Murakami (ya lo había visto en "Al sur de la frontera, al oeste del sol") del amor sin tiempo, sin espacio, del fantasma de amor. Y ahi "Kafka en la orilla" nos regala las imágenes más bellas y más sutiles del libro: una pasión que va más allá del entendimiento, más allá de cualquier preconcepto y razonamiento. La pasión misma que mueve a los personajes centrales.

Intentar comprender todos y cada uno de los hechos que están sucediendo, es sin duda un trabajo del que hay que desembarazarse desde el primer capítulo porque quizés lo que pase como hechos dentro de la novela, la propia historia, sea lo menos interesante.
Es justamente lo que le permite a Murakami, un despliegue de personajes entrañables, con características sumamente particulares, con hechos increíbles, casi bordeando la fantasía, pero siempre con un fuerte arraigo filosófico y existencial que es el motor que hace vibrar los diálogos de la novela.

Exquisita e inteligente, un placer!