martes, 27 de octubre de 2009

Caminos Cruzados


"Album de Polaroids"
de Patricia Suarez
Editorial La Fábrica

La editorial "La Fábrica", española -por lo que dudo que sea fácil de conseguir el resto del material-, tuvo la buena idea de publicar una biblioteca de novelas cortas. Algo así como un escalón intermedio entre un libro de cuentos y una novela.

En este caso, "Album de Polaroids" de Patricia Suarez se presenta en esta colección como una novela corta y tiene una dinámica de pequeñas historias -casi monólogos de cada personaje- entrelazadas entre sí.

Cada capítulo nos presenta un personaje: su pensar, su sentir, lo que le está pasando ahora mismo, junto con algunos retazos de su historia para conocerlo, apenas, un poco más en profundidad.
Y si bien la historia general es mínima, sólo es una mera excusa para escuchar las voces de estos particulares personajes y lo que atrapa, justamente, es el estilo directo con que cada uno de ellos, nos sumerge en su mundo y su problemática.

"Album de Polaroids" abre con un primer capítulo donde el personaje central quiere suicidarse. Lo logra? Se arrepiente? Prefiere ir por el plan "B"?.
Luego "escucharemos" a su mujer, al suegro del supuesto suicida, dos amigas que comparten departamento, alguien que las espía desde su telescopio, hay un asiduo concurrente a diversos grupos para superar adicciones, un detective que tratará de clarificar algo de todo esto ... y sigue la lista.
Cada relato breve se encadena con el otro y en algún punto, estos personajes se cruzan y/o comparten historias, aunque sea tangencialmente, lo que resignificará algunos párrafos de los ya leídos anteriormente.

De reconocida trayectoria, ganadora del Premio Clarín y de Cosecha Ñ 2007, Suarez demuestra una vez más sus dotes de escritora "todo terreno" (cuentos, novela, obras de teatros, relatos, novela corta) y esta vez nos brinda una pequeña novela cruzada en diagonal por un sentido del humor que no suelta a los personajes en ningún momento.Excepto uno de ellos, que desentona completamente con el "color" de la novela -con una especie de realismo mágico plasmado en un personaje al que le crecen alas-.
Son polaroids entrañables en su simpleza, livianas y llenas de cotidianeidad. Un relato fresco, para leer en un tirón.

lunes, 12 de octubre de 2009

"Turistas"
de Hebe Uhart - Adriana Hidalgo Editores

Son nueve cuentos. Y como suele suceder con todo libro de cuentos, tiene los desniveles propios de que algunos de ellos nos impactan más que otros.
Sin embargo existe en "Turistas", un interesante común denominador que es el uso de un lenguaje particular para expresar cada una de las historias. Cada uno de los estilos.

Sin dudas, los que están llenos de humor y fina observación son los que más lograron atraparme y los que más se disfrutan. El libro abre con "Turistas y Viajeros" una desopilante descripción de un viaje a Italia de una señora de clase media con su marido y su típico hijo adolescente, narrando en primera persona las viscicitudes de un viaje inolvidable.

Repite un estilo irónico y mordaz en la mayoría de las observaciones de "La excursión larga" donde una viajera solitaria comenta las vivencias con compañeros de "paquete turístico" en Mendoza.

Con un lenguaje diferente, interesante en el armado de lo que los personajes quieren decir y novedoso en su formato, llaman la atención "Reunión de Consorcio" con personajes típicos de esa cofradía que es la de los Copropietarios de un edificio y además "Bernardina" y "Stephan en Buenos Aires" donde hace hablar a una chica de campo enviada a trabajar a una casa de familia en la Capital y a un turista alemán en plena ciudad de BUenos Aires.

También muy fresco es "El departamento de la costa" con la descripción de un pueblo de la costa fuera de temporada, pleno de detalles y pensamientos de la protagonista, con un lenguaje directo, que facilita la empatía y conexión con el paisaje que quiere describir/descubrir en cada cuento.
Cada uno de ellos es un micromundo... y Uhart los describe con una simpleza que invita a seguir leyendo.

jueves, 1 de octubre de 2009

La insoportable "levedad" de mi vecina

"Cartas a mi vecina de arriba"
de Ariel Magnus
Editorial Norma



El protagonista de esta historia -posiblemente sea Ariel Magnus mismo- es un escritor, de la camada de jóvenes escritores argentinos que tiene muchas ganas de escribir una obra que lo trascienda, que le dé un sentido a su arte.

Quizás entonces ya con ese reloj biológico que le indica que o bien se apura, o el tren del éxito, los premios, el reconocimiento de pares, la fama, y tantos otros ya se le fueron de las manos -y para siempre-, es que se dispone a escribir. A escribir su novela.

Deberá enfrentarse a un problema a priori inimaginable: ni es el típico "writer's block", ni la falta de entusiasmo, ni la musa que no baja, nada de eso. Es SU VECINA DE ARRIBA, que se ha comprado zapatos nuevos y no para de molestarlo con un incesante taconeo.

Partiendo de esta premisa simple, Magnus se encarga de escribir una novela "epistolar" entre este desesperado escritor y su vecina, quien quiere por todos los medios, hacerla entrar en razones.

Y es el móvil ideal para que Magnus despliegue su humor desconcertante y pueda reflexionar acerca del oficio de escribir, de la soledad, del ruido y el silencio, de las manías.... y esas cartas que envia van cambiando completamente de registro a lo largo de la novela.
Desde el políticamente correcto vecino que usa todas sus artes y sus bellos giros para tratar de explicarle a la señora que por más cómodos que les queden esos zapatos, generan un ruido perturbador; hasta otras que son una cataratas de insultos viviente, circulares apócrifas dejadas por el Administrador, y llega hasta a derivar en una especie de culebrón venezolano con secretos del pasado de los protagonistas.

Mezcla exacta de personajes bizarros (como en su primer novela "Sandra") con situaciones sumamente porteñas y cotidianas (como desplegó en la genial "Un chino en bicicleta"), Ariel Magnus hace gala de un humor particular, un uso de la ironía y un delirante imaginario, que hace pasar a este escritor por diversos estados de ánimo, mientras el taconeo de la señora de arriba n-o c-e-s-a.
Y mientras sigue el taconeo oradando su paciencia, la novela crece en histrionismo y gracia, en delirio y creatividad.