sábado, 30 de octubre de 2010

Bella envia "Meme" de miedo.... aqui se responde

Entré a "Revoleando Papeles". Un mensaje de Bella con un link me llevó a saber que estaba "nominado" para esto.

No soy de seguir cadenas ni ninguna de esas cosas por el estilo, por más que me digan que si no lo hago me van a castigar con las siete plagas de Egipto todas juntas y condensadas sobre mi persona.
Pero... siempre hay un pero... la idea de "juego" me resultó divertida y me dio la sensación que era una manera más de que uno pudiera conocer algunos detalles adicionales de los bloggers a los que uno -a veces- no llegó a conocer personalmente, pero por lo que escriben, por sus comentarios, por la situaciones que compartimos en cada post, son ya como parte de la familia.

¡Que empiece el juego entonces!

Reglas del meme:

1. Contesta el meme y coloca la imagen en un post.
2. Agradece al Blog y la persona que te lo otorgo.
3. Entregaselo a 10 Blogs con los que lo quieras compartir y avisales para que lo recojan.

Preguntas:

1. ¿Disfrutas de leer libros de terror? ¿por qué?: Me di cuenta pensando la respuesta, que ni en la literatura ni en el cine, el género de terror fue nunca algo que me cautivara. Es un género al que le soy bastante "arisco", no suelo frecuentarlo, aún cuando es sabido que hay grandes autores dentro de todos los géneros.

Seguramente a lo largo de mi vida de cinéfilo y de lector, he atravesado por alguno de sus exponentes, algunos clásicos de esos que uno no puede dejar de ver/leer, pero no es de mis géneros preferidos.

Lamentablemente el terror, sobre todo en el cine, cae emparentado con una cosa más cercana a la carnicería humana -cine gore- que no se anda con sutilezas. Nada es sugerido, todo es demasiado explícito.

2. ¿Cuál es tu libro de terror favorito?: No tengo un favorito. Pero sí recuerdo algunos cuentos de Alan Poe y sobre todo uno de Horacio Quiroga "El almohadón de plumas" que en el momento que lo leí me dió mucho miedo. No se si puntualmente son de terror, tienen una alta dosis de suspenso.

3. ¿Cuál es tu personaje de terror favorito (vampiro, hombre lobo etc,) y por qué?: Tampoco tengo un personaje favorito. Si tuviera que elegir, algunos personajes de algunos libros de Stephen King me dieron bastante miedo. Pero no hay un favorito.
Otros personajes de terror como Drácula, vampiros y hombres lobos no los conocí por medio de la literatura, sino que vi sus adaptaciones cinematográficas y todos sabemos muy bien que no es lo mismo, no?

4. Tu autor de terror favorito es...: Ya los he nombrado un poco: Poe, Stephen King. Y no tengo muchos más.

5. ¿Cuál es el libro de terror que más te descepcionó y por qué?:  Empecé a leer el "Frankestein" de Mary Shelley y no di pie con bola, me pareció demasiado aburrido y sobrecargado. Quedó ahi tirado..... tendría que rescatarlo?

6. ¿Cuál es tu escena de terror favorita?: Ahi nos tenemos que ir al cine nomás. Morí de miedo en el final de "Carrie" era muy niño para andar viendo eso y cuando Carrie va al cementerio y pasa eso que quienes la vieron saben.... fue un triple salto mortal de la butaca!
Cuando sale el bichito en "Alien" (la primer Alien, allá lejos y hace tiempo) de la panza del tripulante fue otro momento que mi corazón pre-adolescente latía a mil por hora.
Las escenas del loco Jack Nicholson en "El resplandor" merodeando por ese hotel perdido en el medio de la nada.... también dan bastante miedito.
"La niebla" de Carpenter y porqué no decirlo "El exorcista" están tres las top también.

7. Un libro de terror que crees que todo el mundo debe leer: No sabe- no contesta.
Dejen comentarios y recomienden, a ver si incorporo el hábito de este tipo de lecturas

8. ¿Cuál fue el primer libro de terror que leíste?: "Christine" de Stephen King, creo. Hubo una época en que devoré todo Agatha Christie, después me agarró por Sidney Sheldon y después como ya tenía como 14 años y di el gran salto cuántico literario arranqué con Stephen King. Como verán, abrevé de las mejores fuentes. Menos mal que con el tiempo, los gustos van cambiando.....

9. Contanos la máxima situación de terror que has vivido: Me mudé, hace dos años a un departamento nuevo, post-separación. Asi que estaba solo.
Me despierto sobresaltado en la mitad de la noche y veo que una luz roja muy chiquita me está como apuntando. Me quedé inmovil, petrificado, no podía ni respirar.
Después de un par de minutos, voy tratando de manotear el velador de la mesa de luz haciendo el menor ruido posible y cuando prendo la luz: ZAS! No habia nadie.
Salto de la cama, recorro mi pequeño departamento como si en cualquier esquina se escondiera un monstruo de siete cabezas. Pero no había nada de nada: agitadisimo me vuelvo a acostar.

Apago la luz y a los poco minutos nuevamente la luz roja apuntándome.
Repito la experiencia de prendido de la luz y recorrida del departamento un par de veces más pero NADA....
Conclusión: el que me vendió el departamento había instalado unas tapitas de luz preciosas que en el medio de la noche te apuntan con una pequeñisima luz roja para que vos te guíes para poder prender la luz de la habitación.
Por poco creí o que me estaban asaltando o que una fuerza extraterrestre superior con rayos laser se había apoderado de mi dormitorio!


Bonus: Tu película de terror favorita es...: De las clásicas "Psicosis" y "El exorcista" cada una en su género. De las actuales "Sexto Sentido" dio que hablar -aunque quizás ninguna de ellas sean netamente de terror sino que tengan más de suspenso-.
Las españolas "Rec" y "El orfanato" también tuvieron sus toques de miedito dolby digital.

Cumplido entonces, el "Meme" quedan nominados a tan magna tarea: Vesper, Marita, Flor, Hierba, Vir, MileniusDaniel, Vero y El Fumi Podría mandárselos a Ana, Lady, Alicia, Amanda, Elisa, Winter o Ivon pero no sé si "curten" la literatura de terror.
Veremos qué pasa....

domingo, 24 de octubre de 2010

Yo me quiero casar... y ud?

"Les temoin de la mariée"
("Los testigos de la novia")
de Didier Van Cauwelaert

Didier Van Cauwelaert, el autor francés de apellido impronunciable, ganó el Premio Goncourt en 1994 por "Un aller simple" y fue un poco más conocido en nuestro país por la novela "La educación de un hada" que fuera luego llevada al cine con el protagónico de Ricardo Darín, Irene Jacob y Bebe, en un traspaso que al arrivar a la pantalla grande, se vió completamente despojado de toda la ironía y el humor que destilaba la novela original.

"Les témoins de la mariée" habla de la amistad y los conflictos de gente de cuarenta. Con el fino humor de Van Cauwelaert, las relaciones son atravesadas por el bisturí de la irreverencia y la acidez con la que disecciona a cada uno de sus personajes.

La historia es la de un solterón empedernido, fotógrafo de mega-stars, que se lo conoce tanto por su trayectoria profesional como por sus dotes de Don Juan. Sin anestesia, en una cena cerca de Navidad,  le cuenta a su grupo de amigos íntimos que está profundamente enamorado y que ha tomado la decisión de casarse.
Los amigos se quedan completamente atónitos con la noticia. Pero pronto quedarán más pasamados al saber que su amigo, próximo a casarse, fallece al día siguiente de contarles la noticia en un terrible accidente automovilístico.
Y su prometida -a la que todos se mueren por conocer- viene llegando en un avión..... nada menos que desde Shangai!

Lo interesante de la historia, no es solamente el humor permanente con el que el autor atraviesa la historia, sino que está contada a cuatro voces.
Cada uno de los capítulos se encuentra narrado en primera persona, de forma tal que nosotros como lectores aunando cada una de las voces, vamos armando el rompecabezas de la historia completa y vemos como se entretejen las relaciones entre los personajes, con datos que ellos mismos desconocen.

"Les temoins de la mariée" - "Los testigos de la novia" alude además al doble juego de palabras de ser testigos del casamiento y testigos, cada uno de ellos de lo que va pasando al vincularse con esta novia, que es el justamente el personaje que con su halo de misterio, seducción y malicia, nuclea a los amigos del novio. Porque sin que ellos lo sepan, Yun ha llegado para modificar la vida de cada uno de ellos.
Los sacará de sus supuestas seguridades, hará que se replanteen alguno de los vínculos y por sobre todo, avivará algunos viejos celos, odios y competencias.
Y cuando pensamos que ya estamos encontrando la clave de la historia, Yun, como una muñeca rusa, abre otra de sus capas y devela otro secreto.

Agil, divertida, y con diálogos llenos de humor y mordacidad, Van Cauwelaert nos refriega los conflictos de estos cuarentones parisinos reflejándonos como en un espejo con lo peor y los mejor de cada uno de ellos (nosotros) mientras sigue envolviéndonos en una pequeña telaraña de misterio, como simple excusa para hablar de las miserias, complicaciones, celos, reproches y contradicciones en los vinculos personales.

Sumamente disfrutable, liviana pero profunda, "Les temoins de la mariée"  demuestra que hay en Van Cauwelaert un escritor detallista de una generación -hoy de un poco más de 40- con mucho para contar.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Y el Bonsái se hizo árbol, nomás

"La vida privada de los árboles"
de Alejandro Zambra
Editorial Anagrama



Después de leer "Bonsái" quedé capturado, y como me pasa con todo nuevo autor que leo, tuve que rápidamente tratar de conseguir sus otras novelas para seguir adentrándome en su mundo y ver si el encantamiento fue de una sóla novela o he encontrado a algún otro autor con el que vibrar en cada una de sus obras. Alejandro Zambra, chileno, nacido en 1975, debutó con "Bonsái" y luego escribió ésta, su segunda novela, "La vida privada de los árboles": y puedo decir que el encantamiento de la primera no fue casua porque ésta me atrapó de la misma forma, para no soltarme hasta terminarla en esas disfrutables lecturas, casi "de un tirón".

Construida en una forma similar a su ópera prima en el pensamiento, desarrollo y forma de interrelacionarse de sus personajes, "La vida privada de los árboles" se disfruta doblemente habiendo leído la primer novela. Porque tiene algunos puntos de contacto -el más obvio es que el protagonista se dedica a cuidar bonsais- y es como si se estableciese un sutil diálogo entre ambas.

El protagonista de esta nueva novela, Julián, espera que Verónica llegue del trabajo mientras cuida a Daniela, la hija de ella. Pero Verónica no llega, se demora, se demora demasiado, está tan retrasada que quizás deba pensar que ya no vuelva a casa, que lo haya abandonado....
Es una larga noche de espera, en donde Julián nos sumerge en su historia personal, recuerda, recapitula, conjetura sobre su futuro cercano, es invadido por su pasado.
Es una espera sin tensiones, pero con una quieta angustia de tiempo de definiciones. Y durante este tiempo inventará, montará distintos escenarios para el futuro de Daniela, jugando con el tiempo y con la historia.

También recordará anécdotas de su pasado, invitándonos nuevamente a una deliciosa colección de pequeñas historias, casi imperceptibles dentro de la novela, pero justamente "La vida privada de los árobles" parece tratarse de eso: una deliciosa conjunción de detalles y pensamientos, de juegos y devaneos que Julián va tejiendo en la espera de un amor que quizás ya no vuelva. O sí.

domingo, 22 de agosto de 2010

"Bonsái": un cuento largo o una novela corta... absolutamente deliciosa

Dentro de la colección "Los 40 de Anagrama" que publica quincenalmente en los kioscos Página/12 - a un precio de $ 9.- cada libro! - le ha tocado el turno la presentación de interesantes propuestas latinoamericanas. Primeramente fue Alan Pauls con "Historia del Llanto" y luego el mexicano Mario Bellatín con "Damas Chinas".

Bellatín cuenta en "Damas Chinas" la historia de un ginecólogo que tiene una ordenadísima y pulcra vida profesional y familiar, combinada con visitas a casa de citas y su debilidad por las prostitutas.  Una personalidad enigmática envuelve la primer parte de la historia, contada desde una mirada desafectada de toda crítica hacia sus personajes, dejando algunos cabos sueltos que son el fuerte interés para ver cómo se desenvuelve esta particular historia.
La segunda parte de la novela se mete de lleno en la historia que narra un chico que espera que su madre haga un tramiento especial en el consultorio de este ginecólogo.

Los vínculos familiares del ginecólogo, sus pacientes y sus amantes construyen un relato cuya fuerza se diluye en la segunda mitad de la historia dado que algunas incógnitas que el autor plantea en el inicio del relato, se discontinúan abruptamente en la segunda parte de la novela, en donde se aboca a una historia completamente diferente aunque ambas son una inquietante invitación a adentrarnos en el particular universo de la forma de contar que tiene Bellatín.
Y la última novela publicada en la colección es "Bonsái" de Alejandro Zambra, un escritor chileno que con esta novela ha ganado el Premio de la Crítica como la mejor novela chilena de 2006.

"Bonsái" arranca poderosamente extractando ya en sus primeras lineas, toda una historia:

" Al final ella muere y él se queda solo, aunque en realidad se había quedado solo varios años antes de la muerte de ella, de Emilia. Pongamos que ella se llama o se llamaba Emilia y que él se llama, se llamaba y se sigue llamando Julio. Julio y Emilia. Al final Emilia muerte y Julio no muerte. El resto es literatura".

Con una estructura sumamente creativa, novedosa y vertiginosa, haciendo honor al nombre de su novela, Zambra logra podarla de cualquier elemento o personajes que no aporten ningún tipo de información, ahorra descripciones, para privilegiar un relato plagado de hechos, sumamente sintético donde en cada linea se brinda abundante información.

Novela sumamente corta, que se lee de un tirón, cuenta la historia de amor entre Julio y Emilia y de personajes que interactúan en su camino,  un delicioso cuento de amor y desamor, de encuentro y desencuentro, de personajes que se cruzan por obra del destino y que cuando vuelvan a entrecruzarse, sus vidas ya habrán cambiado significativamente.

Una narración franca y directa adornada por referencias para  lectores inquietos y con un referenciado  homenaje a un cuento de Macedonio Fernández, "Tantalia" que cuenta la historia de "una pareja que decide comprar una plantita para conservarla como símbolo del amor que los une. Si la planta se muere, con ella también morirá el amor que los une. Por eso decidirán perder la plantita, entre una multitud de plantitas idénticas. Luego vendrá la desgracia de saber que ya nunca podrán encontrarla."

La futilidad del amor, la fugacidad de los sentimientos, los encuentros y desencuentros de los personajes, arman en "Bonsái" una pequeña historia, completamente exquisita y sin dudas una de las mejores obras de esta colección. 

martes, 27 de julio de 2010

La voz de tu (mi) conciencia

"Cosmética del Enemigo"
de Amélie Nothomb
Editorial Anagrama
Publicado dentro de la colección de Página/12, disponible en kioscos por $ 9.-

Una obra tan pequeña como inquietante.

Jérome Angust esta esperando un vuelo de negocios cuando anuncian que el mismo se encuentra demorado. Interrumpiendo su lectura, inesperadamente, se acerca Textor Texel, un hombre que inicia una conversación casi bordeando el monólogo y una vez que ha logrado capturar su atención, lo envuelve perversamente para hablar de algunos aspectos relacionados con su soledad y su pasado.

Le hablará de sus complejos infantiles, de un incidente con un compañero de colegio, le cuenta con exarcebado lujo de detalles una violación en un cementerio y un asesinato. No vale la pena dar muchos más detalles dado que justamente el factor sorpresa es uno de los elementos de los que se sirve Nothomb para asombrar con esta pequeña pieza de cámara para dos personajes.

En apariencia con nada en común, a medida que avance este diálogo inundado de teatralidad y con un importante apoyo en lo que se dice más que en lo que sucede en la acción en si misma, veremos que se encuentran asombrosamente vinculados, con una atracción tan fuerte como su aparente y visceral rechazo.

El clima de los diálogos se va tornando cada vez más opresivo e inquitante, permitiéndole a Nothomb mostrar una incisiva capacidad para manifestar las partes más oscuras y más inaccesibles que cohabitan dentro de cada uno de sus personajes, de nosotros mismos.

Textor se transformará en una pesadilla, la voz de una conciencia que Angust repele al mismo tiempo que no puede dejar de seguir escuchando, como hechizado por sus palabras. Los giros impactantes en la trama, aún cuando uno pensaba que lo peor del sufrimiento de Angust ya había pasado, hacen que Textor vaya por más.
Sobre el final, lo que puede reprochársele a Nothomb (a pesar de lo breve de la novela), es que justamente abusa de giros adicionales sobre temas ya resueltos, como buscando algunas vueltas más que son justamente las que quedan más artificiales en el relato.

El peso de la mirada del pasado, la justicia, la venganza, la impunidad, el amor y las obsesiones, son algunos de los temas por los que transitan estos personajes en sus diálogos, dándole a la autora la posibilidad de disparar con su mirada irónica y ácida de la realidad algunas de las mejores líneas de diálogo, tan en el estilo de Jasmina Reza en sus trabajos más logrados como "ART" brindando una pequeña muestra sobre la condición humana.
 
Una obra breve, para poder ir acercándose a la vasta producción de Amélie Nothomb, una de las escritoras europeas actuales más consagradas.

martes, 6 de julio de 2010

Un padre, un hijo y un delicioso listado de peliculas para mirar juntos...!

"Cineclub"
de David Gilmour
Editorial Mondadori - Reservoir Books


"Fue un trato atípico: Jesse podía dejar de ir al colegio, dormir todo el día, no trabajar, pero a cambio tenia que mantenerse alejado de las drogas y ver tres películas a la semana con su padre, el crítico de cine canadiense David Gilmour. Jesse acepta de inmediato y al día siguiente comienzan con la lista de películas"


Si bien la novela de David Gilmour no soprenderá al público lector por una exótica calidad literaria, lo que sí atrapa desde las primeras páginas es la frescura y la simpleza con que está narrada esta historia personal, que tiene como encanto adicional para cualquier cinéfilo, el hecho de caer rendido ante la tentación que en una misma novela se encuentren decenas de películas que uno ha disfrutado y con las que uno ha crecido, analizadas bajo la mirada conjunta de un adolescente y de su padre -como dos visiones completamente diferentes de una misma película-.

David trata de enseñarle a su hijo "las cosas de la vida" y el cine será el vehículo que les permita para hablar de ciertos temas, mientras analizan diálogos, situaciones, escenas de películas memorables.
Y las películas que comparten son de una gama divertidamente amplia, heterogéneamente asombrosa: van de la exquisitez de la nouvelle vague francesa, recorriendo Truffaut o Louise Malle o  comparten el super clásico italiano "Ladrón de Bicicletas" de Vittorio de Sica, con el mismo interés que a la semana siguiente se zambullen en las pochocleras "Alerta Máxima", "Rocky III" o los bodriazos consuetudinarios de "Ishtar" con Warren Beatty  y Dustin Hoffman o "Showgirls" de Paul Verhoeven.

Entre films de Woody Allen, Tarantino, Polanksi, clásicos de Kubrick como "El resplandor", el primer Spielberg de "Reto a muerte" o la "Lolita" de Adrian Lyne, Jesse se va abriendo y comparte con su padre las cosas que le van pasando.
Gilmour logra diálogos creíbles, llenos de sensibilidad en una forma de vínculo poco explorada por la literatura y con total naturalidad hablarán de mujeres, de su madre, de la nueva mujer de su padre, del trabajo -o la falta de trabajo como antípoda-, creando una relación tan cálida y tan bien contada que siempre nos deja con la sensación de estar compartiendo el sillón frente a la tele con ellos.

Clint Eastwood, James Dean, el cine de Hitchcock, Francis Ford Coppolla y su "Padrino" o los super clásicos de Marlon Brando como "Nido de Ratas" o "Un tranvía llamado deseo" van acompañando las desventuras de este padre con su hijo, acompañándose mutuamente en una etapa sumamente particular de sus vidas.

En algun momento llegará "la hora señalada" y Jesse irá tomando las riendas del inicio de su vida adulta, despidiéndose de la adolescencia que va llegando a su fin. Para este entonces, habremos compartido con ellos comentarios de "Citizen Kane" "Casablanca", Sharon Stone en sus "Bajos instintos", habremos sido testigos de sus charlas sobre Audrey Hepbourn y su delicioso "Desayuno en Tiffany's", el terror vivido con la primer mirada de "El exorcista", el magnetismo de la pareja de "Mujer Bonita", película tan simplona como irresistible y los violentos insultos de Liz Taylor y Richard Burton en "Quién le tema a Virgina Wolff?".

Quizás llegando al final, nos cueste tanto soltar a los personajes como David tendrá que ir aprendiendo a soltar a su hijo, pero ya a esta altura, habrá sido tan disfrutable el camino recorrido que da ganas de volver a ver algun que otro clásico cuando en la última hoja, los protagonistas nos dejen con ganas de más.

"Cineclub" cuenta una historia de padres, de hijos, de amor fraternal y de mucho pero mucho cine.

viernes, 4 de junio de 2010

Ascenso y caída en los poderosos '90

"La furia de la langosta"
de Lucia Puenzo
Editorial Mondadori

Razzani es un poderoso empresario argentino, acusado de una serie de delitos económicos, que se mueve en el submundo del poder, la doble moral, la impunidad y el delito de guante blanco, escurriéndose en todo lo posible del ataque de los periodistas televisivos que intentan descubrir su cara más oculta.

Si bien Razzani es el eje de la nueva novela de Lucía Puenzo ("El niño pez" "La maldición de Jacinta Pichimahuida", en cine "XXY") todo el relato se desarrolla a través de la mirada de su hijo menor, Tino -Valentino Razzani, un nombre digno de cualquier hijo de un cappomaffia-.
Tino es el fiel testigo, el emergente familiar de una familia tipicamente poderosa e inescrupulosamente disfuncional. Razzani, es oscuro, violento, mafioso, manipulador...  pero sin embargo, es su padre.
Con esa mirada de niño -una voz meticulosa e inteligente-, Puenzo nos relata un cuento de devastación familiar, la historia de una caida libre contada desde el interior mismo de la tragedia, nutrida por las reacciones que tienen cada uno de los personajes que lo rodean a Tino (sus hermanas, su madre, la persona que lo cuida y el hijo de ella, que parece ser su medio-hermano). Nos muestra abiertamente las vias de escape que eligen cada uno de ellos para soportar el dolor.

Puenzo construye un relato impiadosamente delicioso, una radiografía implacable de una clase social que abusa de su poder económico, destila impunidad y se maneja en una burbuja de lujos y derroches, guardaespaldas, testaferros, viajes al exterior, empresarios reunidos en cofradía, choferes y movimientos en el anonimato, que son moneda corriente en un marco de hermetismo familiar que Tino examina minuciosamente.
Deconstruir el padre que él supone tener, es un camino de madurez al que se enfrentará en el proceso en el que transcurre toda la novela. Construir su verdadera identidad, aunque con su corta edad, reafirmará sus intenciones y el mundo al que realmente quiere pertenecer.

Lucía Puenzo nos interna en una historia de poder vinculado con la politica, la economía, el periodismo y los medios que nos resultará llamativamente familiar, con bastante menos humor que en su obra anterior, pero con una velocidad en el relato cercano a "El niño pez" y  con sumo interés acompañamos a Tino en este transito niñez - adolescencia, con tintes de aguafuertes de la década del '90, década que ha quedado grabada con un sesgo tan peculiar en la memoria de todos nosotros.

sábado, 8 de mayo de 2010

Cuerpos Ardientes

"Oscura Monótona Sangre"
de Sergio Olguin
Premio Tusquets Editores de Novela 2009
Colección Andanzas


Julio Andrada empezó de abajo, como buen "laburante", ahora tiene su propia empresa -su fábrica-, su buena familia y económicamente no tiene apremio alguno. Todas las mañanas (excepto una vez por semana cuando pasa primero a buscar a su contador) camino a su fábrica cruza por los barrios más humildes, atraviesa la villa.

En uno de esos tantos días, Julio Andrada decide parar a almorzar en una parrillita típica de la zona. Si bien Andrada no se siente a gusto apenas llega, aún incómodo decide quedarse y casi sin quererlo -o quizás queriendo más de lo que él hubiese pensado- escucha una conversación entre ellos. Estan pasándose datos del mercado sexual y de la facilidad con que se puede conseguir sexo con las adolescentes que circulan por esos barrios que forman parte de su trayecto cotidiano.

Puede más la curiosidad, la intriga de conocer algo completamente diferente, se impone fuertemente un impulso, un deseo, una pulsión hasta ese momento, completamemente desconocida para él.  
Se obsesiona. Intentará rápidamente conocer a alguna de esas adolescentes que se prostituyen para consumir, provenientes de familias socialmente despedazadas, paradigma de la falta de horizontes. Un universo con el que Andrada, evidentemente, no tiene ningún punto en común.

Y cuando finalmente contrate los servicios de Daiana, dará comienzo un descenso a los infiernos que ya conocemos con hilo argumental de tantas novelas y películas.
La historia que cuenta Sergio Olguín, si bien tiene esa estructura típica del hombre común envuelto en algo que no puede dominar y que aún a punto de perderlo todo, se encuentra tan captado que tampoco puede dejarlo, tiene condimentos que la hacen diferente a cualquier otra y que construyen su propia singularidad.
Olguín escribe con un estilo particularmente directo, desafectado, inteligente, y con el lenguaje en el que realmente se expresan los personajes que presenta, lo que se erige en uno de los mayores méritos de la novela: nos atrapa por su shockeante retrato de la realidad social, intensamente real. 
Lejos de cualquier falso estilo literario, Olguin nos logra meter de lleno en la historia mediante diálogos directos, crudos, creíbles, que permiten adentrarnos rápidamente en esta vorágine en la que Andrada comienza a sumergirse peligrosamente y a la que no puede soltar.

Un asesinato, persecuciones, amenazas, más asesinatos y códigos propios de un ambiente que él desconoce por completo, casi tanto como esta aparición de una pulsión sexual a la que no puede desatender, que no cede ni se aquieta, son algunos de los elementos que Olguín maneja con una maestría y una perfección que nos atrapan hasta arrastrarnos al desenlace.

"Oscura Monotona Sangre" se impone por su vértigo espiralado y en caída libre, creciendo en cada capítulo y porque además de manejar un timing de suspenso perfecto, nos atrapa con una historia de pasión incontrolable, la de un hombre que antepone esto que siente -quizás por primera vez en mucho tiempo- a lo que dicta toda lógica, sin medir las consecuencias...

martes, 20 de abril de 2010

Yo quiero ser una chica Almodovar

"Patty Diphusa"
de Pedro Almodóvar 
Biblioteca Los 40 de Anagrama
Editado por Página/12 en todos los kioscos a $ 9.-

Ya a partir del "Prólogo", Almodóvar presenta a Patty Diphusa como un típico emergente de la movida madrileña de los '80, vinculada con aquellos modelos de mujer que pueblan las películas de Warhol o de Morrisey y la encuentra íntimamente ligada a la Divine que protagoniza "Pink Flamingos" de John Waters.

Almodovar ama el cine, ama la literatura, ama a sus musas, pero por sobre todo adora el kitsch -tan omnipresente además en todas sus películas- y  "Patty Diphusa" es puro kitsch por donde se la mire.
Con ese espíritu ochentoso flotando en el ambiente, Pedro publicó en "La Luna" una serie de artículos, columnas, historias, fragmentos de la memoria de Patty,  que fueron recopilados en este volúmen sin otro mérito que el encendido desparpajo en boca de la protagonista, inequívocamente revolucionario para la época.

Aunque hoy, erosionados por el paso del tiempo, ya nadie puede sentir como transgresores a estos pequeños relatos de la vida de una porno star tan verbalmente exhuberante como voluptuosa. Pueden leerse, sin embargo, con un dejo de nostalgia de esa década en la que brilló la movida madrileña en todo su esplendor. 

Hoy Patty seguramente tendría un blog, una vía de comunicación más directa con sus lectores, arrasaría con alguna página web propia o sumaría contactos y fans en Facebook. Pero en los '80 estos textos oficiaron de descarga, de autoconfesión y de pintura de una época en la que Almodóvar se movió como pez en el agua.

Patty, sus amigas Ana Conda, Addy Possa y tantos otros personajes excéntricos y hasta bizarros como un taxista con la mirada de Robert Mitchum, un secretario Niñobien -que en una cena de presentación su madre confunde a Patty con un travesti-, novios de una noche que se pelean por ella -y le piden que no les deje marcas- son los que pueblan estas historias llenas de humor, desparpajo, sexo y drogas blandas en partes iguales.

De todos modos estos textos encuentran la mejor voz en "Un episodio burgués", la columna que se aleja del tono de las restantes, con un relato más intimista que desnuda a una Patty con sus sentimientos a flor de piel.

Y luego se despide melancólicamente de su columna y cierra con un último capítulo que es un reportaje entre ella misma y su autor, el manchego transgresor, el Pedro Almodóvar que nos ha regalado tantos films inolvidables, desde "Matador" con un Banderas jovencísimo como en "La ley del deseo", pasando por el delirio de "Mujeres al borde de un ataque de nervios" o "Atame!" hasta las más maduras "Volver", "Todo sobre mi madre" o "Hable con ella".
Patty Diphusa es el personaje que da el puntapié inicial en la galería de criaturas de Pedro, antecede de todas estas mujeres que fueron protagonizado sus grandes éxitos.

miércoles, 7 de abril de 2010

La pinta es lo de menos...

"Gordos -  peripecias en el afán por adelgazar"
de Mauro Fulco
Editorial Sudamericana

Fulco confiesa "Tengo casi treinta años, soy gordo y las publicidades de hombres con abdominales marcados son una demostración de lo que nunca seré. Ni las largas sesiones de gimnasio, ni las dietas más estrafalarias, ni siquiera una racha atroz de negativas a la hora de la conquista amorosa lograron tornear mi abdómen. Decidí someterme a los tratamientos más ridículos, participar de cuanto grupo existe para adelgazar, internarme en un spa para bajar de peso a base de privaciones."

Lo primero que pensé es que este señor estaba escribiendo mi biografía, pero sin autorización. Para alguien como yo -que pesó exactamente el doble de lo que peso ahora-, "Gordos" se lee con una amplia, enorme, sonrisa que en algunos momentos, rápidamente, se transforma en una dolorosa mueca.

Si bien el autor aclara todo el tiempo que no ha sido hiperobeso u obeso mórbido (lo cual daría para un sinfin de anécdotas mucho más jugosas aunque terriblemente más crueles) esta categoría de "morrudo" o "rellenito" en la que él se incluye apenas su balanza acusó más de tres cifras, le permite haber vivido en su propia piel y por lo tanto poder introducir al lector a un mundo, que para muchos, será completamente novedoso.
Y describe con una maestría siempre acompañada por una profunda dosis de humor y de autocrítica los padecimientos a los que se ha sometido en la búsqueda de un cuerpo diferente.

Apodos, burlas, sobrenombres que nos irán acompañando desde la niñez, que nos serán insoportablemente duros en la adolescencia y la espera del tan ansiado "cuando pegue el estirón" como decreto de cambio que nunca llega, son situaciones profundamente descriptas con la sabiduría dada de la propia experiencia en el capítulo de apertura "Gordo NyC -Gordo Nacido y Criado".

Luego en "Gordo Diet" abordará las distintas instancias e intentos e intentos e intentos por abordar distintos tratamientos... y más intentos. 
Desde la sentencia de un médico que lo revisa cuando niño y con una madre desesperada que no sabe para qué lado disparar, la  sentencia del profesional diciendo:  "Señora, este chico no tiene pie plano. Este chico es gordo." será el puntapié inicial para dar comienzo a un peregrinaje eterno de médico en médico y sobre todo, visitando a todos aquellos que no lo son pero que lucran con la necesidad -aunque podríamos mejor llamarla desesperación- vendiendo métodos completamente ridiculos sin ningun tipo de sustento médico que son seguidos por un tiempo irrisorio al pie de la letra en el afán de poder librarse de unos cuántos kilos de más.

Anfetaminas, dietas hipocalóricas, internaciones, la dieta de la luna, la disociada, el licuado mágico, las semillitas incrustadas en la oreja, las cuatro comidas, las seis comidas, las colaciones y tantos otros métodos desfilaran por las páginas de "Gordos" siempre regados de un humor irónicamente inteligente que Fulco maneja a la perfección.

Sus otras secciones "Gordo Fashion" -donde aborda, sobre todo, el tema de la ropa y la sexualidad- "Gordo Sport" -donde se mete con algunos deportistas obesos y algún que otro gordo famoso- y "Gordo Travel" donde cuenta anécdotas de una internación en Diquecito pintando exactamente la flora y fauna de las clínicas de internación y los trucos para que aún internado uno pueda seguir comiendo -jugar al truco por comida, escapes dignos de Alcatraz en busca de algún alimento prohibido, asaltos a las alacenas de la cocina de la Clínica-, están narrados con un veloz ritmo de blog, totalmente descontracturado, completamente sincero y desprejuiciado.

Sin dudas para alquien que haya atravesado/se encuentre atravesando este tema, la honestidad con la que Fulco cuenta sus vivencias hará que irremediablemente uno se sienta solidarizado, conmovido y agradecido por la claridad de sus experiencias. Sobre todo para que aquellos que transitan este tema "desde afuera" puedan tener una ventana interesante para espiar un mundo conceptualmente tan diferente y plasmado en una manera de pensar y de sentir que generalmente no sale a la superficie. Hay todavía mucho de "De eso no se habla...", nadie que se encuentre atravesando este tema lo hablará abierta y sinceramente, aunque cada vez es menos creíble la historia esa de "soy gordo y soy feliz asi como soy".
Como un pedido de auxilio, de comprensión, de mostrar en cueros -justamente- los temas que atañen a este universo tan complejo y que sin embargo es tan poco respetado socialmente, "Gordos" presenta con mucho humor pero con una respetuosa profundidad, un mundo donde ya nadie puede cantar "la pinta es lo de menos"...

sábado, 27 de marzo de 2010

Adiós, hermana cruel

"Dos hermanos (Villa Laura)"
de Sergio Dubcovsky
Editorial Mondadori

Con motivo del próximo estreno de la versión cinematográfica, Mondadori vuelve a publicar esta primera novela de Sergio Dubcovsky que ha sido adaptada para el cine con dirección de Daniel Burman ("El abrazo partido" "El nido vacío" "Derecho de familia") y con las actuaciones de Antonio Gasalla y Graciela Borges.

En épocas donde tanto libro de autoayuda nos habla de las relaciones tóxicas, de la dependencia emocional, de la gente que ama demasiado, de la adicción a vínculos, Dubcovsky logra en su novela, penetrar en el alma de Susana y Marcos, dos hermanos cuyo vínculo ha sido permanentemente conflictivo y que ahora vuelven a cruzarse ante la muerte de su madre.

Esta relación enferma, de atracción y expulsión reiterada, de opuestos que se atraen y repelen magnéticamente en forma constante, está retratada mediante una serie de imágenes, polaroids -instantáneas- de momentos y situaciones que atraviesan estos dos personajes a lo largo de este lapso, en donde el autor decide ponerles la lupa y estudiarlos exhaustivamente.

No hay una gran historia que contar en "Villa Laura" dado que estos vínculos patológicos entre hermanos son literaria y cinematográficamente conocidos sobradamente.
Es quizás el mayor logro de la novela, el poder poner la lente y sumergirnos en el mundo de estos dos seres solitarios y vulnerables, mediante breves descripciones de sus situaciones cotidianas, sus actitudes y sus  sensaciones. Las emociones, las contradicciones, los pequeños momentos de encuentro y desencuentro de estos dos seres huérfanos de amor y necesitados de aceptación, van armando el rompecabezas de este vínculo signado por la rivalidad enfermiza de Susana y el sometimiento silencioso de Marcos.

Justamente, el hecho de que el autor elija contar la historia con esta colección de imágenes, implica haber dejado de lado una manera más tradicional para estructurar la novela. Dubcovsky cuenta una historia remitiéndola simplemente a estas pinceladas que en un primer acercamiento hacen presuponer una falta de  idea-fuerza, en contraposición con un grupo de momentos descriptos con honestidad y sencillez.

Susana y Marcos intenterán evitarse todo el tiempo, pero se dan cuenta que no pueden rendirse a la  necesidad  de volver a enfrentarse, de medirse, de sacarse chispas y de analizar sus cuentas pendientes, sus "trapitos al sol",  una y otra vez, y reavivar en cada ocasión, una enferma manera de sentirse vivos. De darle un sentido a todo.

Los une el amor y el espanto. Será por eso que a pesar de todo, se quieren tanto...

martes, 23 de febrero de 2010

Alma Bloggera

"Te pido un taxi"
de Mercedes Halfon y  Fernanda Nicolini
Editorial Plaza & Janes

Dos amigas, Julia y Bárbara, están atravesando sus treinta. Treinta y tantos.
Tal como alguna vez se desgranó en la exitosa obra de teatro "Confesiones de mujeres de treinta", los treinta son el momento de ahora o nunca. Un momento de quiebre, de inflexión. Complicado: tanto para hombres como para mujeres, donde para algunas cosas parece tarde, para otras demasiado temprano y otras tantas donde uno siente que si no lo hace YA!, perdió el tren.
Básicamente es un momento donde pareciera fundamental la necesidad de barajar y dar de nuevo.

Y las dos protagonistas de esta historia viven este tiempo de revuelo permanente, de la búsqueda del equilibrio -casi imposible- entre trabajo, amistad, pareja y aledaños.
Sobre todo en el terreno de la pareja, ambas buscan un amor que perdure más allá de la inmediatez del "garch and go" -como lo definen las mismas protagonistas-. Y esta búsqueda las atraviesa, casi que las obsesiona, les ocupa gran parte de su tiempo y de su energía. Es donde justamente se pueden confesar todo, acompañarse con esta amistad entrañable, sufrir, reirse y soñar con la misma intensidad, con esa  hermandad que las iguala y las fusiona.

El mayor acierto del libro de Halfon y Nicolini es sin duda su lenguaje simple que llega directamente y sin más trámites a provocar la sonrisa del lector -y en más de un momento la distendida carcajada- en forma casi permanente.
Diálogos distendidos y desestructurados, situaciones de la vida cotidiana, pinceladas con mucho humor, nos ofrecen espejos en los que cualquiera de nosotros, aunque hayamos pasado ya los treinta -hace un rato-, nos podemos ver reflejados.
Con un estilo más cercano a un blog bien escrito -que los hay muchísimos, sobre todo de autoras rondando los treinta y los cuarenta- que a una novela "tradicional", "Te pido un taxi" acierta en la construcción de personajes queribles, reales, barriales, de esos con los que nos cruzamos todos los días, en la frescura y espontaneidad con la que describe las vivencias de estas dos heroínas modernas en la búsqueda del combo desarrollo profesional + pareja + familia + amigos.

Plagada de citas urbanas tanto de barrios, como de calles, marcas, escritores, lugares, pintores... nos permite zambullinos fácilmente en una historia cuyo principal ingrediente es el excelente ritmo con el que está contada la historia que hace que el interés pueda sostenerse a lo largo de toda la novela.
Sin mayores ostentaciones que una pintura inteligente y franca de la crisis de los treinta como marco de la  dificultad de relacionarse(nos)  en esta Buenos Aires dinámica, globalizada y llena de personajes queribles.

Una más que grata sorpresa que invade con una frescura que es inusual y que una vez leído el libro, se  agradece profundamente. 

sábado, 13 de febrero de 2010

El amor después del amor

"El amor dura tres años"
de Frédéric Beigbeder
Editoral Anagrama - Colección Quinteto

Poder hablar de temas como el enamoramiento, la pasión, el desencanto amoroso, el aburrimiento en la pareja, el divorcio, la infidelidad y atravesarlos todos con una dosis altísima de humor no es tarea sencilla. Máxime si además el autor inunda sus pensamientos con ironía y una acidez que seguramente le ha dado sus experiencias personales y los caminos recorridos.

La historia que narra "El amor dura tres años" es simple: un personaje completamente alter ego del autor se acaba de separar y todo su mundo se desploma. Marc está enojado, deprimido y ve todo con un cristal sarcásticamente cruel ante su amor perdido. Y así Marc dispara:

Hay que decidirse: o vives con alguien o lo deseas. No se puede desear lo que se tiene, es antinatural.

"El amor es un combate perdido de antemano"

"Después de tres años una pareja debe separarse, suicidarse o tener hijos, que son las tres maneras de confirmar su final"


Y a pesar de la breve y simpática historia, Beigbeder de todos modos, busca la manera de dejar algunas zonas donde deternese a reflexionar, esa típica pausa después de la sonrisa.
Se le ha criticado al autor su falta de estilo literario (quizás derivado de su labor anterior como publicista y creativo), alguna inconexión entre los capítulos de la novela como si fuesen reflexiones, cabos sueltos dentro de  una historia.
Evidentemente, no les ha caído en gracia el estilo amoral y despreocupado con que se presenta, con un ritmo ágil y sencillo, con muy pocas pretenciones más que las de una crónica de la pareja, el amor y el desamor, los encuentros y desencuentros amorosos, la inmediatez del amor en los tiempos que corren.

Lo cierto es que se lee de un tirón y que una mirada tan poco edulcorada de la relación de pareja -que recorre la mayor parte del libro- puede resultar muy divertida aunque no exenta de algunas preguntas que quedan flotando por un buen rato.

"Hay que mantener las apariencias? Yo digo que hay que asesinarlas, es el unico modo de salvarse"

"Receta para mejorar: repetir seguidos estas tres frases (1) La felicidad no existe (2) El amor es imposible (3) Nada es grave"

"La verdad es siempre decepcionante, esta es la razón por la que todo el mundo miente"

Toda la primer parte de la novela está escrita con mucho sarcasmo, el cual seguramente proviene de su dolor por un amor que no se ha podido salvar. Pasado el tiempo, y ya avanzado el relato el personaje-autor intenta a apostar al amor una y otra vez.
¿Quién no lo haría? Hasta el cáustico Beigbeder se da otra oportunidad. Y para aquellos que se acerquen a leerlo, sabrán en qué termina la nueva historia. El amor... ¿dura tres años?

"He aqui una prueba muy sencilla para saber si estás enamorado: si al cabo de 4 o 5 horas sin tu amante, empiezas a echarla de menos, es que no estás enamorado...
Si lo estuvieras, diez minutos de separación habrían sido suficientes para convertir tu vida en algo rigurosamente insoportable."

miércoles, 27 de enero de 2010

Abuelita, dime tú

"Más liviano que el aire"
de Federico Jeanmaire
Clarín / Alfaguara - Ganadora del Premio Clarín de Novela 2009

Una anciana de noventa y tres años es asaltada al ingresar a su edificio por un jóven de 14. Ella logra encerrarlo en el baño de su departamento al hacerle creer que allí tiene escondido el dinero que busca el asaltante.

Durante tres días su rutina se verá trastoca por completo por la presencia del delincuente encerrado en su baño y finalmente encuentre en él, un interlocutor condenado a escuchar la historia de la madre de la anciana como un acercamiento, quizás, para comenzar a contar su propia historia.

Es así como Jeanmaire construye esta novela como un monólogo-soliloquio interrumpido sólo por algunas acotaciones del asaltante que no se plasman en el texto y que el lector meramente deduce (tal como hacía Puig en la conversación telefónica de "The Buenos Aires affaire") y presenta una protagonista con reminiscencias de "Misery" de Stephen King y tal como describiera Pablo de Santis, es una especie de Sheherezade fuera de quicio que solamente alimenta la historia para no dejarse morir.
El juego del cazador-cazado / víctima-victimario, da lugar a una interesante muestra de opuestos tanto sociales, como culturales; polos opuestos en edades, costumbres, formas de vida, vivencias y una fuerte polaridad en las miradas que tienen sobre temas como la sexualidad, la educación, la familia, el enfrentamiento "civilización-barbarie": haciendo alusión al gaucho, cuya figura aparece tanto en la novela.

Una lucha de poderes que comienza a entramarse cuando esta "carcelera" determina puntillosamente el accionar de su sometido, imponiéndole el deber de escucharla, fijando sus horarios de comida, de baño, qué y cuánto comer, abre el paso a otros temas como la incomunicación, la discriminación, la soledad, el abuso y las diferentes formas de la violencia.

La historia que pretende contar la protagonista sobre un hecho puntual de la vida de su madre, es una mera excusa para pintar los principios del siglo XX y describir a una mujer de carácter que hizo todo por lograr un sueño que ansiaba realizar. Pero resulta muy débil como hilo conductor de la historia, que por momentos - y quizás por una técnica en el armado del monólgo/diatriba de la anciana- se reitera y se demora en su desenlace/resolución con algunos momentos en donde pareciera que no hay mucho más para decir.

Si bien la anécdota parece, en algunos tramos, demasiado corta para el desarrollo de toda una novela, el oficio de Jeanmaire  la hace amena en su lectura y sobre todo logra sobre el final dar una vuelta de tuerca interesante, inteligente y efectiva para este juego del gato y el ratón que pinta de cuerpo entero algunos aspectos de nuestra realidad nacional.

domingo, 10 de enero de 2010

El amor en los tiempos del SIDA

"LOCO AFAN - Selección de Crónicas de sidario"
de Pedro Lemebel
publicado en la colección Los 40 de Anagrama" en Página/12 a $ 9.- (increible!)


La plaga nos llegó como una nueva forma de colonización por el contagio.
Reemplazó nuestras plumas por jeringas,
y el sol por la gota congelada de la luna en el sidario.

 
Así arranca Pedro Lemebel (nacido en Santiago de Chile a mediados de la década del 50, fundador del colectivo de Arte "Yeguas del Apocalipsis"), a quien conocía por su interesante novela "Tengo miedo, torero", una serie de crónicas, relatos, pensamientos que giran alrededor de la vida de los travestis y homosexuales en los tiempos del SIDA.
 
La selección viene agrupada en capítulos. Los primeros contienen relatos más descarnados donde profundiza -quizás demasiado reiterativamente- en la vida de travestis, taxiboys y gays en el Chile de los '80 y los '90, el marco político de los tiempos de la dictadura y los nuevos movimientos sociales. En ese contexto, es imposible apartarse del dolor y de la muerte, la decadencia y el deterioro, la persecusión y la discriminación, omnipresentes en todos sus relatos.
 
Así se autodescribe en el texto "Manifiesto"
 
Yo no soy buena onda
yo acepto al mundo
sin pedirle esa buena onda
pero igual se ríen
tengo cicatrices de risas en la espalda
Mi hombría es aceptarme diferente
ser cobarde es mucho más duro
A usted le doy este mensaje
Y no es por mí
Yo estoy viejo
Y su utopía es para generaciones futuras
Hay tantos niños que van a nacer
con una alita rota
y yo quiero que vuelen, compañero
que su revolución
les de un pedazo de cielo rojo
para que puedan volar 
 
Y Lemebel, logra inmediatamente captar el interés con sus toques personales en el uso del lenguaje coloquial, con mucho humor y una implacable crítica social sobrevolando estos textos de palabras duras, sin concesiones, penetrados por el dolor.

Cuando logra apartarse de este estilo desolador, seducen más aún sus historias regadas con humor, como en el capítulo "Besos Brujos" donde rinde homenaje a Raphael, Joan Manuel Serrat, Rock Hudson y Lucho Gatica, entre otros.
Cierra esta selección con el capítulo "Yo me enamoré del aire, del aire yo me enamoré" donde, ya apartado de la crónica socio-política, logra contar tres historias de vida conmovedoras, dando fin a un compendio de relatos interesantes, tan trágicamente real  como absolutamente conmovedor.